La población drogodependiente ha envejecido. Al menos la que acude a un centro en busca de ayuda para dejar el consumo. Basta con acercarse a un servicio de tratamiento especializado en adicciones para darse cuenta que la mayoría de las personas que utilizan este recurso –ambulatorio o residencial- han superado los treinta años. Así se desprende del primer avance del estudio que Patim está realizando con motivo de su treinta aniversario y en el que se analizan perfiles de 8622 personas que han sido atendidas desde 1985 por esta organización.

 

A finales de los ochenta, la edad media de los pacientes que acudían al centro de día de Patim rondaba los 24 años y en la actualidad esta población supera los 32 años. Son ocho años más mayores que entonces. Una constante que en 2014 se concreta en que el 60% de las personas en tratamiento en la comunidad terapéutica Los Granados tenía más de 34 años. Los cambios en la tipología de las sustancias y en las formas de consumo pueden aportar algunas respuestas pero este progresivo envejecimiento resulta especialmente preocupante al cruzar este dato con la edad de inicio en el consumo, cada año más temprana.

“Algo ha fallado cuando después de tantos años haciendo prevención hoy nos encontramos con una realidad que se empecina en recomendarnos actuar de otra forma para conseguir mejores resultados, especialmente con la juventud”, asegura el presidente de Patim, Francisco López y Segarra.

Los datos analizados por Patim apuntan que entre 1988 y 1993 la diferencia entre la edad de inicio en el consumo y la de tratamiento era de nueve años (16-24 años). Una distancia que se ha duplicado en los últimos cuatro años hasta estabilizarse en torno a los18 años (14-32 años). “Cada vez tardan más tiempo en acudir a un centro especializado, quizás porque los jóvenes tienden a banalizar los efectos del consumo o porque son capaces de mantener su trabajo o estudios sin aparentes dificultades –explica López y Segarra- ahora les cuesta más ser conscientes de que tienen un problema de abuso, en la mayoría de los casos hay varios intentos antes de lograr un resultado positivo y esto significa un mayor coste para todos y un deterioro personal y familiar más acusado”

Patim, entidad especializada en el tratamiento de las adicciones y la inserción laboral, ha comenzado a analizar los resultados de los casos atendidos durante los últimos treinta años. En total, casi 9.000 expedientes digitalizados en la base de datos de la entidad, que corresponden a las personas con las que se ha trabajado de forma individual en el centro de día y la comunidad terapéutica. A medida que avance el estudio se darán a conocer nuevos datos sobre perfiles de pacientes de adicciones tóxicas y no tóxicas, cambios en la tipología de consumo o incidencia por sexos en los centros de Patim.