El estudio es el primer trabajo de gran envergadura que se realiza bajo un enfoque de género, es decir teniendo en cuenta las situaciones particular de las mujeres. En este sentido, cabe destacar que las mujeres presentan un consumo en ascenso, que ya supera al de los hombres en algunas sustancias. Las mujeres con adicciones, además, sufren un desprecio social muy superior al que experimentan los hombres y demuestran una mayor prevalencia de problemas psicológicos. Se ha constatado que por cada mujer que solicita ayuda acuden cuatro hombres. Además, alrededor del 90% de las mujeres que solicitan tratamiento en UNAD han padecido o son víctimas de violencia de género.

 

En relación a edades, el 10% de las personas atendidas desde UNAD son menores de 16 años. En lo que a género se refiere en estas franjas apenas se aprecian diferencias entre chicos y chicas, ni en las formas de consumo, ni en las sustancias que prefieren. La mayoría de las personas que acuden a la red solicitando ayuda o tratamiento tienen entre 26 y 44 años.

Según se observa en este trabajo, coincidiendo con los años de crisis se ha detectado un aumento en el consumo de alcohol tanto entre hombres como en mujeres. A la hora de reconocer el problema y demandar apoyo, son las mujeres las que más solicitan tratamiento. También es significativo el número personas que han demandado tratamiento por consumo de cannabis y sus derivados durante esta etapa de mala coyuntura económica.

El estudio muestra que en estos momentos la principal realidad de las drogas es el cambio, tanto en lo relativo a sustancias, como en formas de consumo y hábitos. Por otra parte, las nuevas adicciones que no están ligadas a sustancia (nuevas tecnología, juego, etc...) despuntan y ocupan un lugar relevante en el nuevo perfil de las personas atendidas por la red UNAD.

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Fuente: www.unad.org