La prevención y detección del consumo de drogas en el ámbito laboral es una asignatura pendiente para muchas empresas. Un estudio realizado en Castellón con pacientes en tratamiento por adicciones pone de manifiesto que “las empresas no han establecido protocolos para la identificación precoz de los trabajadores que presentan problemas de abuso de alcohol y otras drogas” y, en general, no reaccionan hasta que se produce una crisis originada por el comportamiento del empleado “produciéndose una repercusión laboral”.

Los pacientes de la comunidad terapéutica de Patim han participado en este trabajo sobre la prevalencia del consumo de alcohol y otras drogas durante el horario laboral y las consecuencias para su salud y la empresa. Una de las principales conclusiones es que el 61% de los encuestados han tomado drogas en su puesto laboral, aunque el 56% reconoce que han consumido de camino al trabajo y un 65% inmediatamente antes de ir al trabajo.

Al 70% de la población encuestada se le ha realizado una revisión médica de empresa durante la época en que consumían, bien por servicios propios o concertados, pero sólo en el 10% de los casos se les detectó en estos reconocimientos que tenían problemas de abuso de drogas. En el estudio, elaborado por médicos del trabajo, se explica que la reacción de la empresa tras conocer que su empleado era consumidor fue ofrecer ayuda y tratamiento, en uno de cada cuatro casos.

Tras analizar las consecuencias de esta conducta, un 65% de los encuestados admite que ha tenido conflictos con la empresa y un porcentaje muy similar (66,6%) tuvo problemas de salud en su trabajo. Los problemas más frecuentes serían discusiones y disputas, disminución del rendimiento laboral, conflictos familiares y otros vinculados con la salud. Los resultados muestran que un 40% han abandonado en alguna ocasión el trabajo antes de finalizar su horario, un 36,/% han tenido bajas laborales, un 15% accidentes de trabajo una o dos veces por consumo y un 26,7% accidentes de tráfico relacionados por la ingesta de drogas.

Respecto a los sectores industriales, la profesión más frecuente entre los encuestados es la de obrero industrial-montador, con una amplia variedad que abarca desde operador de maquinaria, trabajadores de cadenas de producción, montador de productos industriales hasta operador de robots industriales o trabajador de fábricas. Un 42% de ellos había tenido más de 5 empleos a lo largo de su vida.

Los datos del “Estudio del abuso de drogas en el puesto de trabajo en un grupo de consumidores de Castellón” se han extraído durante 2012 de una muestra de 60 personas consumidoras –en tratamiento o encarceladas- que aceptaron responder a un cuestionario sobre sus pautas de consumo y vida laboral. La media de edad de los encuestados es de 35,29 años y en un 95% son hombres. La droga principal consumida era cocaína en polvo, aunque la mayoría había tomado más de una droga a la vez. La frecuencia de consumo en el 80% de los encuestados era diaria.

Los factores laborales que se consideran de riesgo para el consumo de drogas son muy variados pero van desde los trabajos a destajo y alto rendimiento, la insatisfacción en laboral, las jornadas prolongadas y turnos rotatorios y cambiantes, los compañeros consumidores o el desajuste entre la preparación o formación del trabajador y el puesto que desempeña.

El estudio en el que ha participado Patim recomienda que los programas de prevención y apoyo relacionados con las drogas deben realizarse en cualquier empresa, ser flexibles y adaptables a todas las necesidades, participando diversos sectores de la empresa y los empleados, y “presentarlos de forma positiva, no sancionadora”. Estos programas resultan más eficaces si abarcan desde la información hasta la ayuda para la asistencia de los trabajadores enfermos que lo deseen.


Patim en red